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La Asociación
TE PODEMOS AYUDAR
No te avergüences, no te culpabilices, no te escondas.
Ayudar a mejorar el nivel y calidad de vida de las mujeres, hijas, hijos y demás familiares víctimas de una violencia tan cruel.
Servir de portavoz a las mujeres que están inmersas en la violencia vicaria y han dado el paso de denunciar y reclamar tanto sus derechos como los de sus hijas e hijos.
Dar soporte y apoyo emocional a las madres que sienten un vacío en su corazón e impotencia ante el desamparo de las instituciones.
Buscar cualquier vía para recuperar el vínculo con nuestros hijos, además de concienciar y visibilizar el daño que hace este tipo de violencia, sobre todo a los hijos que son los más vulnerables.
Concienciar a la ciudadanía para que conozca las consecuencias de este daño irreparable a corto, medio y largo plazo, y lo que supone para nuestra sociedad a nivel ético y económico.
Con la denominación Libres de Violencia Vicaría se constituye de forma telemática el día 12 de noviembre de 2021, una organización de naturaleza asociativa y a nivel Nacional, que agrupa a madres víctimas de violencia Vicaria, independiente y sin ánimo de lucro, al amparo de lo dispuesto en el artículo 22 de la Constitución Española, en la Ley Orgánica 1/2002, de 22 de marzo, reguladora del Derecho de Asociación y demás disposiciones vigentes, así como en las disposiciones normativas concordantes.
Esta asociación se constituye por tiempo indefinido. Parte de la necesidad de informar, concienciar y sensibilizar a la ciudadanía y a los poderes públicos sobre la necesidad de la defensa de los derechos de las madres víctimas de violencia vicaria y de sus hijas e hijos.
Y ello debido a la constatación de una generalizada situación de desigualdad y falta de equidad. Muchas de las madres víctimas de esta lacra recurren a estas instituciones con la esperanza de encontrar ayuda y justicia, pero la mayoría se ven desamparadas. En ocasiones dicha desprotección es consecuencia de la falta de recursos idóneos; otras veces es por la necesidad de mejorar la praxis realizada por parte de los profesionales intervinientes en estas situaciones.
Demasiadas veces nos encontramos con una falta de acompañamiento y apoyo, ausencia de sensibilidad, una vulneración de los derechos de la madre y un ahondamiento en el daño sufrido.
Esta es una de nuestras primeras y más urgentes reivindicaciones: que los estamentos públicos y sus profesionales crean a las mujeres cuando denuncian la instrumentalización de los menores y se apliquen los protocolos vigentes en la ley ante la mínima sospecha.
