En demasiadas ocasiones nos enredamos a la hora de contar lo que nos pasa. No encontramos el vocabulario preciso, dedicamos demasiado tiempo a enumerar los últimos acontecimientos y quienes nos oyen o se lían con fechas y nombres o se hartan de escuchar la misma historia repetida una y otra vez.
Como víctimas de Violencia Vicaria, necesitamos entender qué nos pasa, estructurar el mensaje que queremos decir y hacerlo comprensible. El dolor y la angustia no nos ayuda, pero unas nociones básicas de cómo estructurar nuestra historia nos puede ser de gran ayuda.